Como se puede optimizar la «Última milla»

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El sector de la distribución, que está siendo forzado por la pandemia, acelera el paso hacia una mayor transformación digital

La cuarta revolución industrial, también llamada Industria 4.0, no es un concepto nuevo. La confluencia de tecnologías como Internet de las cosas (IoT), robótica, inteligencia artificial o blockchain ha marcado durante mucho tiempo el curso de un cambio profundo en los estilos de vida humanos y los modelos de gobernanza empresarial. Los nuevos hábitos de consumo, consecuencia directa de la pandemia del covid-19, han acelerado la necesidad de incorporar estas herramientas técnicas y así mejorar la eficiencia en sectores como la logística, que se ha convertido en un pilar del extraordinario incremento del comercio electrónico en los últimos tiempos. año. España fue el tercer mercado del mundo donde más creció la compra online en 2020 (36%), según un estudio de la agencia e-Marketer.

Acostumbrados a un papel secundario, el transporte y la logística superaron el desafío de adaptarse rápidamente a las demandas del mercado, especialmente durante los primeros meses de la crisis sanitaria. “Con poco tiempo para prepararse, tuvieron que lidiar con interrupciones en las cadenas de suministro globales, cierres de fronteras, cambios en los hábitos de los consumidores y una variedad de nuevas necesidades comerciales”, explica Ramón García, Jefe de Innovación y Proyectos de Logística Española del Centro. . . .(CEL).

García señala que la pandemia ha ayudado a resaltar ineficiencias en los procesos de trabajo como la falta de visibilidad en las cadenas de suministro, la dificultad de equilibrar recursos para las actividades más concurridas o la imposibilidad de encontrar proveedores de transporte alternativos a los habituales.

Solo aquellas empresas que ya se habían adaptado digitalmente antes de la pandemia tenían la menor presión sobre su infraestructura logística cuando todo estalló en marzo de 2020 ”. Desde entonces, hemos observado dos tendencias entre las empresas: por un lado aquellas que han conocido, necesitan e invierten en estrategias digitales significativas y por otro lado aquellas que simplemente arreglan la situación con cierta tecnología pero no cambian sus procesos, dice. . dice. Descanso.

La transformación digital, como señalan los expertos, implica no solo la adopción de nuevas herramientas sino también una mentalidad. “No se trata solo de reemplazar los procesos analógicos por digitales, es necesario entender por qué estos cambios deben ocurrir e implementarlos a través de una estrategia”, explica Víctor Vilas, Jefe de Desarrollo de Negocios de la consultora logística AndSoft.

“La transformación digital comienza con un enfoque empático para contactar con las partes interesadas porque no se basa únicamente en tecnologías y aplicaciones disruptivas. Debe concentrarse en el valor, las personas, la optimización y la capacidad de adaptarse rápidamente con las herramientas ideales. «Dice Ignasi Sayol. Presidente del Clúster de Logística y Logística PIMEC en Cataluña.

La actual revolución industrial es la respuesta a los nuevos hábitos de los consumidores: productos adaptados al gusto del cliente de forma inmediata y a un precio competitivo. El desafío en Industria 4.0, como Logística 4.0, es mejorar la eficiencia, y para ello es necesario recurrir a la última generación de herramientas técnicas como la inteligencia artificial (IA), Internet de las cosas (IoT) o blockchain. Por ejemplo, existe software para logística y distribución que resulta muy para el monitoreo del transporte de mercancías.

Sinergias

“Al desarrollar una estrategia para esta transformación digital, es necesario aprovechar la sinergia de la conectividad, es decir, saber que estas herramientas en su conjunto son más eficientes”, dice Vilas, agregando que “algunas de ellas ahora son medianas De tamaño «, se utilizará de forma masiva, otros ya están dando buenos resultados, como la IA o el IoT».

Hasta ahora, la inteligencia artificial ha tenido sus oponentes, aquellos que creían que reemplazaría al trabajo humano. Pero la realidad les hizo daño: esta herramienta técnica, basada en la computadora cognitiva, no hizo más que mejorarla, aumentar la eficiencia de los procesos de trabajo y reducir el margen de error.

Una de sus múltiples aplicaciones, asociada al big data y al aprendizaje automático, es la previsión de tendencias de consumo, como explica David Escuín, catedrático de Gestión Logística de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). “El auge del comercio electrónico en una situación de incertidumbre como la pandemia obligó a las empresas a conocer mejor a sus clientes analizando sus datos, su historial de compras …”, explica Escuín. «La inteligencia artificial te permite saber qué comprar antes incluso de comprarlo», añade.

De esta forma se pueden predecir y optimizar procesos logísticos como la gestión de almacenes, la automatización de almacenes y los recursos de cada área. Con esta previsión se puede hacer una buena planificación de las rutas logísticas y los mejores momentos del día para implementarlas.

El transportista Seur es una de las empresas que mejor ha satisfecho la gran demanda logística en los últimos meses gracias a su sistema de previsión de producción, que en 2018 le otorgó el Premio CEL a la Excelencia Logística. Desde un punto de vista empresarial, la inteligencia artificial se puede utilizar para predecir las compras directas de los clientes, pero las empresas de logística son ciegas a estos procesos. Seur, por su parte, ha demostrado adaptarse equilibrando sus servicios logísticos a las áreas donde más se necesita, explica CEL, responsable de Innovación y Proyectos.

Otra herramienta que muestra su enorme potencial es IoT. Esta red de conexiones entre diferentes objetos físicos permite mejorar la eficiencia operativa y de seguimiento de la cadena de suministro, los procesos de transporte y almacenamiento. De esta forma se pueden manejar grandes cantidades de datos e incluso problemas que puedan surgir durante el negocio, dice Escuín.

Los avances tecnológicos han permitido que estos dispositivos y sus sensores desarrollen tamaño, diseño y seguridad, aunque su precio aún no sea competitivo, como apunta García. En la actualidad, su implementación es rentable para bienes de alto valor ”, agrega.

Actualmente existen sensores de IoT para uso industrial para la automatización y logística de procesos, medición de flujo, identificación, control de movimiento y seguridad. Y ya se está trabajando para mejorar otro tipo de sensores para vehículos controlados automáticamente, sistemas de visión 2D y 3D para robots o una aplicación inteligente en procesos de detección y medición.

Como explica García, la red móvil de quinta generación (5G) -100 veces más rápida que la 4G- permitirá una mayor confiabilidad de la información transmitida por estos dispositivos en tiempo real, abriendo nuevos canales de negocio en la cadena logística: “Esta información será de particular interés interés para el fabricante, el vendedor, el transportista, el seguro de la mercancía, el vehículo que la transporta, el consumidor final … ».

En España, el 5G de los cuatro operadores nacionales -Telefónica, Orange, Vodafone y MásMóvil- aterrizó en septiembre del año pasado con los primeros servicios comerciales en las mayores ciudades. Aunque en esta primera fase de implementación, su cobertura y capacidad técnica aún es muy limitada.

Herramientas estandarizadas

La blockchain es una cadena de bloques permanentemente interconectados que logra crear una enorme estructura de datos y permite la operación, por ejemplo, de criptomonedas como bitcoin, ether o litecoin, aunque esto también aplica a otras áreas, como la cadena logística. A través de esta tecnología, los distintos actores pueden comercializar e intercambiar información manteniendo una historia invariable. Su estatus permanente y global hace que la información en la cadena logística funcione de manera más eficiente.

Si bien algunas tecnologías son más fáciles de implementar unilateralmente en el sector logístico, otras, como blockchain, requieren un proceso de estandarización que aún no ha surgido. «El estado actual de madurez de blockchain es como Internet en la década de 1990», compara Escuín. Aún no hemos aprobado el uso y aseguramos un acceso constante. García agrega que para que esta herramienta sea útil se deben cumplir tres condiciones: debe ser rápida, barata y confiable, agrega.