Aunque se escucha mucho charlar de sustentabilidad, no se acostumbra a identificar a los productos sostenible con el lujo.
No obstante ese no es el caso de Elvis & Kresse, compañía inglesa fundada por Kresse Wesling y James Henrit, que fabrican carteras y bolsos a partir mangueras de bomberos que quedaron inservibles.
Todo empezó en 2005 cuando Kresse Wesling participó en la ciudad de Londres de una conferencia sobre estándares ambientales, allí conoció a los bomberos de la brigada de la ciudad de Londres que habían asistido buscando una solución opción alternativa para las mangueras que quedaban inservibles y que inevitablemente acababan en la basura.
“Me mostraron una manguera y me encantó: me pareció un material atrayente, fuerte y durable. Creí que debía haber un empleo para ellas”, narró Wesling.
Oriunda de Cánada, Wesling siempre y en todo momento había tenido interés en todo lo relacionado a restos y reciclaje, de ahí que no vaciló en cargar la manguera de veintidos metros y la llevó a la casa que compartía con James Henrit. “Cuando le pregunté a James que podíamos hacer con esta manguera se comenzó a reír, no teníamos ni idea!”, recuerda.
Los primeros intentos de producto no dieron resultado, hasta el momento en que de forma casual, a Henrit se le rompió su cinturón y se le ocurrió sustituirlo con uno hecho de manguera.
Ese fue su primer producto y con él lanzaron en 2007 su marca, Elvis & Kresse (Elvis era el apodo de Henri en la universidad). “Teníamos un enorme material y una buena historia, por el hecho de que todos respetan a los bomberos y estábamos reciclando producto que después de veinticinco años de servicio, era descartado, pero ser viables de manera comercial debíamos expandirnos cara otros productos”, narra Wesling.
Empezaron a investigar y descubrieron que los bolsos y carteras eran productos que se vendían bien, pero no encontraron fabricantes que quisieran utilizar ese material para fabricar carteas, entonces decidieron armar un prototipo ellos mismos.
Un año después que consiguieron impresionar a una factoría en Rumania que generó el prototipo de una Tote bag. Henrit abandonó su trabajo y diseño cuatro estilos de bolsos.
El primer año fueron a pérdida, mas viviendo de ahorros, de los ingresos generados por los cinturones y merced a los pocos costos de producción en tanto que las mangueras eran sin coste, consiguieron sostenerse a flote.
La pareja decidió donar el cincuenta por ciento de las ganancias a los bomberos londinenses, lo que probó ser un ademán no solo solidario un buen movimiento estratégico, esa jugada se viralizó y empujo sus ventas. Desde ese momento, el modelo de negocios evolucionó con distribuidores internacionales acercándose compañía y con esenciales ingresos merced a la adquisición en línea.
La variedad de productos se diversificó y el día de hoy ofrecen carteras y bolsos para hombres y mujeres y accesorios
Dato impresionante: Van procesando más de 150 toneladas de mangueras que de otra forma irían a la basura.
Su plan a futuro es transformar a la compañía en un gigante global con factorías en todos y cada uno de los continentes. “Queremos reciclar todas y cada una de las mangueras contra incendios del planeta. Soñamos con un planeta en donde todo se pueda reciclar”, explican.
Este último año siguieron sumando nuevos materiales de descarte para hacer productos como seda de paracaídas, cuero, sacos de café, cajas de zapatos, bolsas de té y más. “El futuro del lujo es sostenible, ético, transparente y desprendido, cara eso apuntamos”, concluyen.
¿Quieres conocer sus productos? visita su sitio web: https://www.elvisandkresse.com/
