La moda no deja de extenderse, sobre todo entre adolescentes y jóvenes. A los más jóvenes les chifla la posibilidad de practicar un ritual adulto y de paso hacer anillos con el vapor espeso o bien ocultarse entre sus volutas enigmáticas.
Y terminan comprándose un váper pues «no es malo para la salud», o bien desean persuadirse de ello. De esta forma estos jóvenes empiezan con el váper, que asimismo interesa a quienes ya están de vuelta y desean dejar el tabaco. Estos se preguntan si verdaderamente es una práctica saludable o bien saldrán del fuego para meterse en las brasas.
¿QUÉ HAY EN EL HUMO DEL VÁPER? ¿ES SALUDABLE?
Lo primero es saber qué es un váper o bien cigarro electrónico: es un dispositivo que usa una batería y una resistencia para calentar y vaporizar una solución líquida con diferentes ingredientes. El humo o bien, mejor dicho, el vapor, es aspirado por el usuario, que puede hacerlo circular por los pulmones («tragándoselo») o bien no.
CON O SIN NICOTINA
Hay que examinar cada una de las peculiaridades para procurar determinar el efecto sobre la salud. Comencemos por la solución líquida, que semeja lo más esencial. Esta puede contener nicotina o bien no.
La que contiene nicotina se emplea para desacostumbrarse progresivamente del tabaco, puesto que se pueden escoger líquidos con diferentes grados de concentración. De ahí que se usa en terapia para dejar el tabaco de forma afín a los parches o bien chicles de nicotina.
Hay que rememorar que la nicotina es una substancia estimulante, tóxica a partir de ciertas dosis y adictiva, mas no está probada su carcinogenicidad. El tabaco es cancerígeno por otras substancias fruto de la combustión, no por la nicotina.

PROPILENGLICOL, GLICERINA Y AROMAS
La mayor parte de líquidos para vapear poseen 3 ingredientes más: propilenglicol (en torno al 70%), glicerina vegetal (30%) y aromas.
El propilenglicol es un alcohol oleaginoso, muy empleado en una pluralidad de productos, desde pinturas a fármacos. Sus vapores pueden ocasionar irritación de las vías respiratorias de ciertas personas sensibles y con más frecuencia en los ojos. Por esta razón se aconseja que no se use en una de sus muchas aplicaciones: la fabricación de bruma en discos y teatros.
Existen soluciones líquidas para váper sin propelinglicol que evitarían sus potenciales inconvenientes.
La glicerina vegetal –la misma que sirve para hacer jabones naturales– no semeja, de entrada, problemática para una persona sana. Se han denunciado dos casos de neumonía lipoidea en que los médicos la atribuyeron a la glicerina del váper, mas esta etiología ha sido rebatida por otros especialistas y no hay un acuerdo científico que relacione la glicerina con la enfermedad.
Por último, los aromas son normalmente compuestos de origen sintético (derivados del petróleo). Estos aromas acostumbran a ser aditivos alimenticios y ciertos especialistas advierten que no se tiene seguridad sobre su efecto siendo aspirados.
Aparte de los ingredientes, es esencial tomar en consideración el calentamiento. El váper calienta el líquido para generar el vapor hasta una temperatura máxima de sesenta y cinco °C, con lo que no se genera un proceso de combustión equiparable al cigarro usual y no se producen los compuestos tóxicos volátiles que están asociados.
PUEDE HABER INGREDIENTES DESCONOCIDOS
Múltiples estudios científicos han hallado en el vapor trazas de cancerígenos o bien neurotóxicos como el formaldehído, el acetaldehído, la acroleína y el diacetilo, mas siempre y en toda circunstancia en concentraciones muy por debajo (entre diez y cuatrocientos cincuenta veces menos) del cigarro de tabaco.
Es bastante difícil saber qué hay verdaderamente en un líquido para vapear. No hay una normativa y bajo el apartado «aromas» se pueden incluir compuestos muy, muy diferentes.
De ahí que es interesante el estudio que efectuó el catedrátido de química ambiental Joan Grimalt en el Instituto de Investigación Ambiental y del Agua, del Consejo Superior de Investigación Científicas.
Grimalt trató de determinar los compuestos orgánicos y también inorgánicos que son verdaderamente aspirados por los usuarios del váper y por los vapeadores pasivos, y los equiparó con los que se hallan en el humo del tabaco.
En el vapor del váper solo halló cantidades significativas de propilenglicol, glicerina, nicotina y, en algún caso, vainilla. Asimismo había otros compuestos tóxicos, mas en proporciones afines a las que se hallan en el aire de una urbe.
COMO UN PARCHE DE NICOTINA
En cambio, en el humo de tabaco advirtió más de mil doscientos compuestos, entre ellos múltiples formas de nicotina, y ciertos cancerígenos y neurotóxicos.
Para Grimalt, el váper es equiparable a los chicles o bien parches de nicotina.
A los compuestos mentados hasta el momento habría que sumar la ocasional presencia en el vapor de partículas metálicas provenientes de la resistencia.
El químico Miroslaw Dworniczak estima que los usuarios deben tenerlo en consideración y eludir la práctica de poner al colorado las resistencias para limpiarlas, lo que podría trastocar el comportamiento del metal y facilitar la liberación de partículas.

LAS AUTORIDADES SANITARIAS NO SE PONEN DE ACUERDO
Hemos intentado resumir los factores esenciales para valorar si vapear es saludable o bien no. Mas el tema es suficientemente complejo para que se hayan publicado decenas y decenas de estudios científicos que han conseguido en ocasiones resultados contradictorios (ciertos estudios han encontrado compuestos cancerígenos en el vapor y otros no, lo que puede deberse a la pluralidad de dispositivos y soluciones líquidas presentes en el mercado).
Sería de aguardar que las autoridades sanitarias nacionales y también internacionales hubiesen analizado a fondo la cuestión y ofreciesen a los ciudadanos una conclusión útil, mas lo cierto es que hasta el momento las reacciones han sido diferentes y contradictorias.
En España, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, dependiente del Ministerio de Sanidad, dio a conocer una comunicación el mes pasado de febrero en la que señalaba que «no pueden excluirse los peligros para la salud» de los vapeadores pod , aunque a diferencia de los cigarrillos no había suficientes estudios al respecto y su recomendación era por prevención.
Así el gobierno de España se centraba en el inconveniente de la nicotina y no aclaraba nada a los usuarios interesados en los vapers sin esta substancia.
UNA HERRAMIENTA PARA DEJAR DE FUMAR
En el R. Unido el tema llegó últimamente a la cámara de los Comunes y la conclusión de la comisión de ciencia y tecnología fue que los vapers pueden ser un medio eficiente para parar de fumar (justo lo opuesto de lo que piensan las autoridades españolas, que lo consideran una puerta de entrada al tabaco).