El desarrollo demográfico, la aparición de las nuevas tecnologías, el acortamiento de los tiempos, la mayor demanda y la competencia, entre otros muchos tantos factores fueron dando forma a un nuevo escenario laboral que modificó no solo la manera de trabajar sino más bien asimismo el diseño interior de las oficinas generando un cambio que impacto no sólo a usuarios sino más bien también a desarrolladores y brokers modificando en gran parte las reglas de juego en general.
Atrás quedó el tiempo de los grandes despachos, con portentosos escritorios de madera que establecían distancias y deban forma a comunicaciones asimétricas. El día de hoy las oficinas dejaron de ser sitios donde la jerarquía está con relación a el espacio de pertenencia que cada cual ocupa, la mayoría de las áreas laborales se convirtieron en campos comunes donde la interacción es la que manda.
Conforme los brokers consultados los desarrolladores oficinas están tratando de dar respuestas funcionales a los pedidos de las compañías y para ello es indispensable la capacitación y la actualización. «En la actualidad cada vez son más los que viajan a ver distintos mercados en el exterior, fundamentalmente los que están marcando tendencia en la región como los USA, Chile y Brasil», explica Marino Costa, bróker senior de la División de oficinas de LJ. Ramos.
Nuevas propuestas
Según los especialistas en la materia en nuestros días existen cuatro grandes tendencias en lo que tiene que ver con el diseño interior de las oficinas.
Sin duda en los últimos tiempos una de las grandes disrupciones en este mercado fueron las que propusieron las oficinas on demand o bajo demanda. En este sistema estos inmuebles se consideran como un servicio y plantean diseños funcionales que se adaptan a una gran cantidad de empresas. «Este es el modelo Uber llevado a la oficina, arquitectura para empresas donde las compañías pasan de ser propietarios a usuarios. Esta propuesta aumenta la flexibilidad puesto que según las demandas puede alquilarse diferentes superficies y hasta locaciones, oficinas para empresas, cambiando múltiples veces a lo largo del año. Vale aclarar que más flexible no siempre y en todo momento es más barato mas si considerablemente más funcional», explica Victor Feingold, CEO de Contract Workplaces.
Una de las maneras más conocidas que responde a esta tendencia es la denominada co-working que, poco a poco, comenzó a multiplicarse en distintos rincones porteños y del Gran Buenos Aires. «La Comunidad de Negocios Inmobiliarios (Lcni) es el primer espacio de coworking dedicado únicamente a la actividad inmobiliaria. Ofrece a sus usuarios, un ambiente profesional, moderno, flexible, cómodo y con la última tecnología, donde interactúan, en un entorno exclusivo de real estate; comercializadoras, agentes inmobiliarios, desarrolladoras, inversores, usuarios finales, abogados, escribanos y gestores. El espacio ofrece de oficinas privadas completamente equipadas y listas para trabajar. El usuario sólo debe traer una notebook o bien pc de escritorio y le entregamos una oficina con un escritorio, sillas, impresora, teléfono, un usuario en el CRM a fin de que pueda cargar sus propiedades, publicarlas en mas de veinticinco portales y a la ver preguntar las propiedades de todos los demás miembros, etc. Aparte de todos los servicios incluidos como Internet de alta velocidad, recepcionista, seguridad, limpieza, capacitaciones», cuenta Pablo Sánchez, gerente general de Lcni, que está evaluando llevar la marca tanto al interior del país como Uruguay y Paraguay.
Las oficinas actuales dejaron de lado los grandes espacios reservados para los empleados jerarquizados y comenzaron a priorizar las áreas comunes las cuales están pensadas por el tipo de actividades que se efectúan allí. «Hasta hace ya un tiempo nos hallábamos con más de diez estatus jerárquicos en las empresas y con muchos metros cuadrados reservados a sus oficinas. El día de hoy, eso ya resulta inusual, cuanto más alto es el puesto laboral más necesidades tienen de efectuar múltiples actividades y de interactuar con distintos conjuntos de empleados, esto obliga a repensar los diseños interiores de las oficinas teniendo presente todas y cada una de las funciones (salas de reuniores, de capacitaciones, áreas informales, espacios de entretenimiento, y cubículos para llamadas telefónicas privadas, entre otras muchas) que allí se efectúen», sostiene Feingold.
La irrupción de la tecnología asimismo fue mudando no sólo la forma de trabajar sino asimismo, y lógicamente, alterando los espacios laborales, facilitando el desempeño de los trabajos. «A la data tenemos otra situación que no puede pasar desapercibida. Se trata de las plataformas tecnológicas, nuevos conceptos en espacios de trabajo y organización de empresas y el fenómeno de la generación ‘Y’, cuya suma da una ecuación que hace mudar el paradigma de la antigua oficina haciendo de ella un sitio donde la tecnología tenga un sitio privilegiado», afirma Lucas Desalvo, del área de Negocios Corporativos de la asesora Serinco.