Reforma Migratoria de Biden: ¿Cuánto Tomará en Implementarse?

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Los planes de Biden de modificar la política migratoria de Trump por otra más humana, tomará tiempo y, en algunas ocasiones, la revisión, entrega de informes y preparación de novedosas normas se conocerán a fines de este año o inicios del 2022.

Las primeras actitudes a la firma de 3 directivas ejecutivas migratorias fueron favorables para la imagen del mandatario Joe Biden, quien lleva apenas 2 semanas en la Casa Blanca. Pero mientras pasan las horas se empiezan a asomar preocupaciones, no por los planes del mandatario, sino por la época que demorará en implementarlos.

En los últimos 4 años (enero de 2017 a enero de 2021), el expresidente Donald Trump implementó una severa política de ‘tolerancia cero’ para castigar la inmigración indocumentada y situar trabas a la inmigración legal. En aquel esfuerzo implementó bastante más de 400 ocupaciones ejecutivas entre decretos y memorandos, dejando de lado la colaboración del Congreso.

Biden está usando la misma herramienta constitucional, la autoridad ejecutiva, para revertir lo actuado por Trump. Sin embargo desbaratar la política migratoria presente tomará tiempo, un componente que para bastantes no era parte del escenario que se habían imaginado.

Entre temores y aplausos

“Elogiamos los pasos que la gestión Biden ha tomado hasta ahora para iniciar el proceso de recomposición de nuestro sistema de asilo», dice Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y quien dirigió un equipo de litigantes que desafió numerosas de las políticas migratorias de Trump.

«Es preocupante que las directivas presentes no incluyan una acción rápida para rescindir y desbaratar bastante más de las políticas ilegales e inhumanas que esta gestión heredó y ahora tiene. El régimen debería actuar inmediata y audazmente para hacer dichos cambios necesarios que se requieren con urgencia ya que bastantes personas permanecen sufriendo en este momento”, añade.

En aquel conjunto se hallan una cantidad enorme de migrantes que en dichos instantes se hallan en territorio mexicano aguardando la resolución de sus casos de asilo en la Corte de Inmigración (EOIR).

Entre enero de 2019 y marzo de 2020, una vez que la frontera ha sido cerrada por la enfermedad pandémica del covid-19, más de 65,000 personas fueron regresadas a territorio mexicano en el marco del Programa de Protección del Migrante (MPP). La EOIR en dichos instantes tiene bastante más de 1.3 millones de casos acumulados y ciertos procesos deberán aguardar entre 2 a 3 años en ser resueltos.

Comprando tiempo

“Las directivas ejecutivas de Biden no son para que las cosas cambien rápidamente, sino para averiguar que va a hacer el régimen y qué pasos debería continuar para cambiar la política migratoria de Trump”, dice Ezequiel Hernández, uno de los abogados de inmigración que ejerce en Phoenix (Arizona).

“Son sugerencias, indicaciones para proceder a averiguar cómo van a hacer con la carga pública, con el asilo, con el MPP, con el caso en Centroamérica para detener el flujo migratorio indocumentado”, sugiere.

Hernández dice además que “estas directivas son maniobras para luego producir otras directivas. Permanecen comprando tiempo para que pase la enfermedad pandémica del coronavirus, para no disgustar a los republicanos y atenuar la angustia de los indocumentados”.

Mientas se investiga, elaboran propuestas y las entregan al mandatario, “muchas cosas seguirán igual como estaban, ejemplificando, las esperas”, dice Hernández.

“La gente no debería tener tan alta expectativa. Y para quienes se encuentren aquí, por ejemplo, en proceso de deportación, además van a tener que continuar esperando. Biden arribó con la promesa de hacer cambios mediante directivas ejecutivas rápidas, pero la verdad es que la ejecución de aquellas directivas tomará tiempo”.

Un caso muestra

En la orden ejecutiva sobre la construcción de un marco regional integral para abordar las razones de la inmigración y generar un sistema ordenado y seguro para solicitantes de asilo, Biden ordenó verificar la elegibilidad de quienes vienen a USA escapando de sus territorios.

La finalidad es poder decidir si la violencia doméstica y de pandillas, 2 causales eliminadas a lo largo del régimen de Trump, van a ser revertidas o, por otro lado, el régimen seguirá negando asilo a personas que sostienen estas causales en sus demandas de amparo.

La ley de inmigración solo estima 5 razones para solicitar asilo en USA, siendo ellas por fundamento de raza, creencia, nacionalidad, pertenencia a un conjunto social en especial u crítica política.

Sin embargo la revisión no se va a hacer rápido. Biden ordenó al Fiscal Gral. y al secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en un plazo de 180 días, hacer un “examen intensivo de los reglamentos, elecciones antecedentes y directrices internas vigentes que rigen la adjudicación de demandas de asilo, y determinaciones de la condición de refugiado para evaluar si USA ofrece custodia a los individuos para huir de la violencia doméstica o de pandillas de una forma compatible con los estándares internacionales”.

Y ordena además que en un plazo de 270 días (nueve meses) los dos burócratas promulguen regulaciones conjuntas, de conformidad con la ley aplicable, que aborden las situaciones en las que una persona debería ser considerada integrante de un ‘grupo social particular’.

A esto se debe añadir que, una vez que se publiquen los reglamentos respectivos de interpretación en el Registro Federal, habrá un plazo de entre 60 a 90 días para el comentario público. Y otros 30 días una vez que se publique la regla final.

Un cambio complejo

El ejemplo referente con las razones de asilo es solo uno entre el complejo laberinto en el cual se hallan las leyes de inmigración.

“La solución al reto de la inmigración en este territorio, e internacionalmente, va a ser más lenta que lo que el poblado quiere”, dice Rebeca Sánchez Roig, una abogada de inmigración que practica en Miami (Florida) que a lo largo de más de 15 años ejerció como fiscal de inmigración para el Departamento de Justicia.

Acota que la solución al problema migratorio va más allá de la firma de directivas ejecutivas, y que la reversión de las medidas tomadas por Trump no pasa por “abrir las puertas de la frontera y dejar entrar a todos sin que importe los reclamos”.

“Entiendo que es complicado de comprender para aquello que buscan ingresar a USA para trabajar, sin embargo, sin un programa, sin una visa especialmente referida a aquel objetivo, sencillamente no poseen derecho a ingresar a este o cualquier otro territorio sencillamente para trabajar”, explica.

En cuanto al tiempo otorgado por Biden para exponer informes y sugerencias, Sánchez-Roig mencionó que “el régimen tomará presente la urgencia de cada problema” y el tiempo en que varios han deseado por una contestación, como la situación de la cantidad enorme de migrantes que aguardan la resolución de sus casos de asilo en México. O las familias separadas forzosamente por el régimen anterior.

Una estrategia para un cambio

El regimen busca llevar a cabo una estrategia y para realizarlo desea conocer primero “el alcance de las muchas actividades tomadas por cada agencia para impulsar la política de inmigración draconiana de Trump”, apunta la jurista.

“Esto crea un marco para abordar las razones de la inmigración generalmente. Pienso que en otros términos fundamentales pues Trump, por medio de sus propias actividades, incrementó la inmigración una vez que eliminó la ayuda que le brindaba USA a las naciones del Triángulo Norte.

Trump sabía que, al borrar dicha ayuda, incrementaría en gigantes números la proporción de personas que buscarían migrar. Por consiguiente, esto apoyaría sus políticas, las que sirvieron para retrasar, negar y casi extirpar el proceso de asilo. Ha sido una profecía autocumplida”, sugiere.

Finalmente, Sánchez-Roig recomendó a los inmigrantes que permanecen dentro de Estados Unidos en espera de una nueva política, ”que hablen y contraten a buenos Abogados de Inmigración, gente con experiencia”. Y que por nada “escuchen o continúen las sugerencias de amigos o notarios, pues tienen la posibilidad de perder sus derechos de permanencia en Estados Unidos”.


“Pero de mayor relevancia todavía. Recuerde que no todos los inmigrantes podrán beneficiarse del cambio de política; varios sencillamente no tendrán derecho a un beneficio por mucho que lo quieran. Como le dije recientemente a un sujeto, el haber decidido que desea vivir y trabajar en USA es irrelevante. Nadie tiene el derecho de aquello en ningún territorio de todo el mundo», precisó.